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lunes, 30 de abril de 2012

¡Un zombie se comió mi cupcake!

Síp, ese del título de la entrada es el último libro que me he agenciado... en el día de hoy, por 9'90 € en el Fnac (por si a alguien le interesa). Y no, no es ninguna comedia a lo Christopher Moore, se trata de un libro de recetas de cupcakes escrito por Lily Vanilli.

"Los cupcakes han sido glaseados en rosa y purpurina durante demasiado tiempo... Y ahora se van a cobrar su, ¡venganza!
Inspírate en lo macabro para crear postres de apariencia realmente malévola pero que saben divinamente.
Lily Vanilli te invita a crear algunos de los cupcakes más truculentos y deliciosos con ingredientes naturales y materiales decorativos comestibles. Además de enseñarte recetas secretas, tales como los ojos espeluznantes, la sorpresa de Sweeney Todd y los corazones sangrientos."

Soy una enamorada de los dulces, para qué mentir, y desde que descubrí los cupcakes, llevaba tiempo planeando hacer algunos junto unas amigas, así que este libro me ha venido al dedillo... En serio, me encanta, ya os subiré fotos cuando haga alguna de las recetas (y tenga cámara o alguien me la preste... o que, por alguna mágica causa como la que la rompió, mi cámara se arregle...).

jueves, 12 de abril de 2012

Sí, señor@s, he vuelto, y no, esta vez no hay libros de los que hablar pero...

Ostras, la última entrada es de hace más de un mes.... supongo que esta vez me he pasado dejando abandonado el blog... y justo después de prometer que haría entradas con cierta asiduidad...
Pero bueno, aquí traigo novedades, que es lo importante.
Y esta vez no voy a hablaros sobre ningún libro que haya leído recientemente... porque recientemente he aparcado un poco demasiado mis lecturas... Oh, cielos, tras semejante confesión, ya se puede acabar el mundo... ¡Pero no! ¿Y qué excusa pondrá ahora vuestra humilde bloggera para no haber tocado el blog por más de un mes si no ha estado leyendo? Fácil, en realidad, no he leído libros, que no es lo mismo que decir que no he estado leyendo nada... Sí, me he estado viciando a los mangas de nuevo... Hacía bastante que no cogía semejante empacho de mangas y manhwas (porque sí, ahora no solo me vicio a los japoneses, sino también a los coreanos).
Y bueno, aquí os presento a algunos (que como siempre no son todos) de los causantes de mi desaparición (también soy vaga, para que mentir, me paso el día en el ordenador y pensando en hacer una nueva entrada, y aún así...).
Empezaremos con algo suave, para las amantes de las historias entrañables para todos los públicos, con romance, fantasía, demonios que adoptan niñas humanas por aburrimiento y todas esas cosas... Hana to Akuma (traducido el título viene a ser "La flor y el demonio"), de Oto Hisamu.

"El demonio Vivi, aburrido de su vida en el mundo de los demonios, decide venir al humano. Pero parece que no es tan divertido como creía, y cuando está a punto de darse por vencido... alguien abandona una bebé humana a las puertas de su mansión. La recoge y la adopta cual mascota para su entretenimiento. Así es como él y su sufrido sirviente (junto a otros criados de la casa de menor importancia) crían a la pequeña Hana. Pero la pequeña Hana no va a quedarse tan pequeña por siempre... Será necesaria la aparición de Felton, cuya intención en principio es llevar a Vivi de regreso al mundo demoníaco, para que los engranajes de la historia comiencen a moverse... creo que ya imagináis en qué dirección, aunque, por supuesto, hay aventuras y misterios, o si ni duraría 8 tomos ni me los habría leído hasta el final... que, por cierto, me gustó el toque final..."

El siguiente manga a presentar es Ayakashi koi emaki, esto en su título original, porque los simpáticos amigos de Ivrea han tenido la amabilidad de ponerlo como Historia guarra de fantasmas, de Mayu Shinjo. No veáis la ilusión que me hizo preguntar por los tomos en las tienda yendo en compañía de unos amigos... Pero bueno, es perdonable, al fin y al cabo el título tampoco es que mienta... después de todo, en contraposición a la historia del manga anterior, una no tan inocente... si bien más ligera que otras que he visto de la misma autora (casi le había cogido miedo ya y todo).
 
"Miiko, una sacerdotisa principiante, se propone expulsar un espíritu maligno del cuerpo de Kagura, el chico más guapo del colegio. Pero resulta que él mismo es un demonio y no sólo eso, ¡es uno extremadamente poderoso!
De todas maneras, la oración que Miiko utiliza funciona y con ella logra encoger a Kagura... ¡ahora es un demonio pervertido y tierno a la vez!"
Admito que al principio tenía mis dudas con este manga, ya que no parecía tener un argumento demasiado profundo o interesante más allá de la relación entre el inma pervertido que es Kagura (equivalente japonés a un súcubo) y la sacerdotisa aspirante a exorcista completamente inútil si Kagura no le presta su ayuda, pero está resultando una historia bastante divertida y parece que alguna dificultad sí le ponen a los protagonistas... quien sabe, tal vez surja algún misterio en la trama o un enemigo... (porque los que han aparecido hasta al momento eran enemigos de un par de capítulos y basta). 

Y nuestro tercer manga de esta entrada (y por eso ni de lejos se os ocurra menospreciarlo) es Black Bird, de Kanoko Sakurakouji (que llega a España también de la mano de Ivrea). En algunos puntos se parece sospechosamente a Love Monster (como ya he visto mencionar a otras personas también), pero lo cierto es que consigue ser una historia distinta... y creo que algo más adulta que la primera. Y con esto se confirma que me ha dado por los mangas con demonios de la tradición japonesa ... (aunque los de Hana to Akuma son demonios a secas, bastante occidentalizados, creo yo).
                                    


"El mundo está lleno de 'cosas' misteriosas, pero la vida continúa pacíficamente dado que nadie puede verlas, excepto Misao Harada. Esta niña tiene el poder especial de ver esas 'cosas', pero ella no se lo cuenta a nadie e intenta llevar una vida común como la de cualquier adolescente. Sin embargo, no puede evitar soñar con un chico que ella conoció años atrás, y que parece tener el mismo poder que ella... Lo cierto es que las cosas no pueden ocultarse por siempre, y el poder de Misao se revela cuando unos yokais (demonios) intentan devorarla. Allí regresa el chico de sus sueños, Kyo, para protegerle. Pero esto es solo el punto de partida de muchos follones, ya que kyo es un yokai. ¿Podrá él mantener su promesa de casarse con ella...?".


Bueno, para "personas sensibles", advertir que, habiendo leído hasta el tomo 4 de Historia guarra de fantasmas y hasta el 14 de Black Bird, el segundo gana a explícito (cosas de tengus pervertidos, lo entenderéis si leéis el manga).

Y bueno, esto es todo por el momento... Volveré con más.

miércoles, 22 de febrero de 2012

El pasado mercadillo medieval de Teruel

En estos momentos alguien debería estar estudiando para el examen de filosofía del viernes... Pero aquí me tenéis. Una persona responsable que cumple su deber para con los lectores del blog y se asegura de que puedan disfrutar de una nueva entrada con cierta asiduidad y... Bah, para qué mentir, soy una irresponsable. Qué no siempre, ¿eh?
Bueno, como comenté ya por ahí abajo, este último sábado anduve por Teruel y su mercadillo medieval en honor a la recreación de los Amantes. Y debo decir que, sin lugar a dudas, adoro este tipo de mercadillos, incluso si el de este año en Teruel no fue tan espectacular como el pasado (según se me explicó, han recortado presupuestos y por ello había menos puestos y esas cosas), me lo pasé genial. Incluso sin poder quedarme al concierto de Lurte pude verlos tocar en la terraza de un bar, y cantar al son de "Brindis de Taberna". También me compré una corona de flores de esas que llevo viendo todos los años pero nunca me decidía a comprar (el año pasado incluso llegué a comprarme una de cuero, con un nudo celta). ¡Pero me quedé sin té moruno y dulces árabes! Porque este año solo encontramos un puesto de té de esos en los que regalan el vaso (de cristal coloreado con detalles en plateado o dorado), y no tenían dulces...

Pues eso... que mejor me voy a estudiar, que mañana tengo curso de cocina y es poco probable que lo mire más que por encima...
Prometo que la próxima entrada será algo más interesante (y es posible que suba algo más de la historia, que contra todo pronóstico aún no la he abandonado... Jujuju)



viernes, 17 de febrero de 2012

Cosas, cosas sin más, o de cómo soluciono el dilema de: ¿qué escribir?

Le da otro sorbo a su té roibos especiado, con mucho azúcar, justo como le gusta. El té rojo también le gusta con mucho azúcar, el blanco le gusta mezclarlo con el rojo, y el negro le gusta con un regusto amargo...
Ya ha terminado de leer el manga que llevaba unos días siguiendo por internet. Bueno, en realidad simplemente ha terminado con los capítulos que hay traducidos hasta el momento, le tocará esperar a que suban más...
Ahora ya no tiene excusa. Lleva días pensando en subir una nueva entrada al blog, pero por pe o por pa siempre lo pospone. Pero ahora ya no tiene excusa. Se queda mirando el espacio en blanco.
¿Algo sobre los últimos libros que ha leído? No son pocos, y también a visto que aún tiene pendientes de subir unos cuantos de otros años.
¿Una historia? Debería centrarse en la que empezó, que ha este paso la va a dejar abandonada a medias como la mayoría de las historias que ha comenzado hasta el momento. Lo cierto es que no se puede decir que lo tenga por completo abandonado. La historia, la idea, los personajes y algunas escenas, eso lo tiene pensado, pero plasmarlo en papel ya le cuesta más... En realidad había logrado escribir las tres primeras páginas del primer capítulo (lo que subió al blog era una especie de prólogo), pero las releyó y terminó tachando por completo dos de ellas, así que... Ahí esta, su pobre historia, a la espera de que le de "forma material".
Buah... A lo tonto a lo tonto ha hecho una nueva entrada, aunque carente de mayor interés, y más por satisfacerse a sí mis que los lectores...
Eso no está del todo bien. Es cierto que nada más hacer el blog dejó bien claro que iría poniendo lo que se le antojase, pero también, como a cualquiera que lleve un blog, le gusta ver que la gente la sigue, le deja comentarios, es decir, lo más parecido a tener lectores a los que emocionar que tendrá jamás. Pero si sigue escribiendo cosas así... En fin, como ya le dijo cierta persona ayer "Yo si veo que tardan mucho en subir algo nuevo al blog dejo de mirarlo" (no exactamente con esas palabras, pero algo así, que mi memoria no es la gran cosa y ya es algo que se haya quedado con la idea...).
Bueno, mejor lo dejo, que esto ya es divagar y estoy cambiando hasta el narrador de tercera a primera persona... 
Al menos ya he escrito algo nuevo, para que no parezca que vagueo demasiado.


¡Oh, oh, oh!
Y ya que estoy, y cambiando de tema (si es que a estas alturas alguien sigue leyendo...). Este fin de semana en Teruel se celebra la fiesta de los Amantes de Teruel. Y sí, mañana pasaré allí el día, por si nadie lo ha adivinado todavía ante mi repentina mención del tema. ¿Cómo habría yo de perderme semejante festividad medieval tan cerquita de aquí? Por desgracia este año tampoco cuento con traje medieval para lucir acorde con los turolenses y su magnífico mercadillo medieval, pero en fin... algún año...
También estarán Lurte, pero para cuando actúan (las 12:00 de la noche) yo ya no estaré...
Y eso... ya subiré alguna entrada más sustancial en breves, así que os pido disculpas si en esta ocasión me he excedido en mis divagaciones mentales.



jueves, 2 de febrero de 2012

El comienzo de una historia que me traigo entre manos... Todavía sin título

La piel humana sucia, sudorosa, salpicadas de plumas a medio surgir de sus carnes, los ojos dorados, rapaces, con las pupilas contraídas por la rabia. Hundió sus garras de ave en el suelo, levantando en parte las ya maltrechas losas negras y dejando al descubierto la piedra gris. Alzó el rostro al alto techo del pasillo y de sus labios, de su garganta aún de mujer, surgió un grito agudo muy poco humano. Volvió la vista hacia la ventana que se abría ante ella. Demasiado pequeña.
¡No! No había llegado hasta allí para rendirse, para dejarse arrinconar y vencer por una minucia como aquella. Echaría abajo la pared si hacía falta, aunque quebrase sus huesos en el proceso.
El olor a sangre se hizo más fuerte, oyó gritos y el sonido de las botas de los soldados que llegaban, a punto de girar la esquina por la que ella misma había llegado a aquel callejón sin salida. Aquel castillo siempre había tenido fama de laberíntico pero, ¡qué clase de imbécil hacía un pasillo como aquel! Había girado mil esquinas para terminar dándose de bruces con la ventana como única vía de escape. Ya no podía dar media vuelta. La pared o el acero de las espadas.
Dirigió una última mirada veloz al bulto que abrazaba entre sus brazos, envuelto en la seda que hacía unos momentos había sido el vestido de una reina. Lo hacía simplemente por constatar que la criatura aún seguía con vida, pues no guardaba la más mínima intención de alejarla de sí. La niña se limitó a mirarla con aquellos ojos, idénticos a los de su madre, sin mostrar el menor atisbo de inquietud. No había llorado ni en el momento de su nacimiento, mostrando una serenidad impropia de la recién nacida que era, incluso mientras la harpía la envolvía con el vestido que acababa de arrancar del cadáver de su madre y huía en carrera de la habitación, con el silencioso bebé en brazos, destrozando a cualquiera que osase interponerse en su camino.
No... nadie le haría daño mientras viviese. Lo había prometido, y aunque no hubiese sido así, la protegería igualmente con su vida.
Se alzó amenazante hacia el enemigo, la superaban en número, no necesitaba verlos para saberlo, pero solo necesitaba tiempo, entretenerlos el tiempo suficiente para que una de aquellas bolas explosivas que le había entregado René antes de separarse explotase bajo la ventana, justo donde la acababa de lanzar.
Oyó de nuevo los gritos y frunció el ceño, extrañada, se habían detenido justo antes de girar la esquina. Proferían improperios, alaridos, y dejó de oírlos. En su lugar apareció ante ella una joven desgarbada, con una melena que parecía compuesta por espirales de fuego que se desparramaban a su antojo sobre los hombros. Ambas sonrieron. La pelirroja alzó una mano, señalando con la palma abierta por encima del hombro de la harpía, y esta ya sabía que la pared en torno a la ventana ya había desaparecido antes de girarse.
- Corre -le dijo René- Vuela con la niña tan aprisa y lejos de aquí como puedas. Ocultaos en el Bosque de Nadie hasta que podamos reunirnos de nuevo en unos días.
Desla no se molestó más que en asentir mientras la plumas terminaban de cubrirla por completo de cintura para abajo y algunas sueltas por los brazos. Apretó más al bebé contra su pecho desnudo y desplegó sus alas de plumaje pardo. Apenas había asomado la cabeza por el boquete abierto mágicamente cuando un viento la empujó hacia atrás y le arrebató a la niña de los brazos. Alcanzó a ver una especie de remolino de luminiscencias moradas que la engullía. Recuperó velozmente el equilibrio y gritando con toda la furia que surgía de su pecho se dispuso a lanzarse en pos de ella. René apenas le rozó  un hombro y sintió como unas ligaduras invisibles la ataban a la piedra. Gritó con aún más furia, sus ojos parecían oro fundido por las llamas, y se debatió contra su amiga.
 - No -le susurró esta con firmeza- Ya no podemos hacer nada por ella. Ya sabes lo que aquella luz morada significa, la niña puede darse por muerta -su mirada era triste a pesar de la frialdad de sus palabras-. Lo siento, esto para mí también es... -sacudió la cabeza- Las hemos perdido a ambas. Hemos perdido la batalla...
 -Pero no la guerra -terminó la harpía entre dientes. Su voz delataba su sed de venganza. Pagarían caro aquello, o, ya lo creía que sí. Desla se lo demostraría, aquello no era más que el comienzo de un nuevo capítulo en la historia de su guerra...

lunes, 30 de enero de 2012

Recordando...

Recuerda...
Era invierno, ¿tal vez primavera, u otoño? Llovía, eso sí, y el viento dirigía las gotas a su antojo. Recuerda vagamente que hacía frío, pero no si lo sentía en toda su fuerza o, como otras veces, era una presencia muda, prácticamente ignorada, aceptada, casi agradecida.
Sentada en un banco, en el respaldo más exactamente, no estaba sola. ¿Estaban juntos? ¿O en aquel entonces ya habían roto? Esa parte del recuerdo está borrosa, como el frío. Pero sí recuerda haberlos mirado de vez en cuando de reojo, sin saber muy bien qué hacer. Aquello, sin dudas, era lo que cualquiera definiría de sujetavelas. Nada nuevo para ella, tampoco le desagradaba, era incómodo en momentos como ese, pero también divertido cuando ambos centraban su atención en ella, tratándola como una hermana pequeña, como alguien a quien mimaban, hacían regalos, tomaban el pelo y decían lo monísima que era. En momentos como esos se sentía como una niña, si bien estaba en esa etapa de la vida llamada adolescencia (y de que a día de hoy aún no ha salido, aunque le queda poco... todavía no ha decidido si eso es bueno o malo).
Pero bueno, la cuestión es que ese no era uno de esos momentos de los que ella formaba parte. En ese momento era una presencia casi fantasmal, ajena a los susurros y caricias que ellos compartían. Quizás otra en su lugar habría buscado una forma de escaquearse, pero hacía tiempo que había aprendido que no era una buena idea. La otra joven que allí se sentaba, entregada a la presencia del joven, enseguida se habría sentido culpable y habría echado por tierra el día, empañando el recuerdo de un día que, después de todo, había resultado, como casi siempre que el joven viajaba hasta allí para pasar el día con ellas, un buen día, un buen recuerdo.
En cualquier caso, ella estaba acostumbrada, y apenas lo que para otra habría sido molesto e incómodo, provocaba en ella una ligera melancolía. Era joven, y, aunque ya había tenido algún que otro pretendiente, se resistía todavía a entregarse. No es que no fuesen majos, pero los miraba y no veía en ellos algo que le hiciese saltar el corazón. Demasiados libros prestados de Jade, probablemente, pero eso no significaba que no fuese una romántica, al contrario.
Pero no era esto sobre lo que cavilaba aquel día, sentada en el respaldo de un banco, en la cuesta frente del parque junto a su casa (si aquello podía llamarse parque), sintiendo la lluvia en su piel, arrebujándose en su chaqueta (¿llevaba chaqueta? ¿O era un abrigo? Quizás simplemente abrazase su propio cuerpo intentando retener el calor. ¿Eso es que hacía frío? Pero no era un frío invernal, eso seguro), alzando la mirada hacía el cielo, abstraída en sus pensamientos, disfrutando del viento en su cara. El viento, como a cualquier otra le molestaba cuando, tras esforzarse en domeñar su melena, se abalanzaba sobre ella por el camino y lo echaba a perder. Pero en momentos como aquel, bañados por una extraña melancolía, con la mente viajando por solo ella sabía dónde, el viento era un bálsamos delicioso, una nana que la mecía.
- ¿Tienes frío?
O algo así le pregunto su amiga que, sin percatarse ella, había interrumpido su momento de intimidad con el joven y la miraba con preocupación. Se disculpó por haberla echo estar así bajo la lluvia, dijo algo más, sobre volver a casa por ella, pero, sintiéndose como si la acabasen de despertar de la siesta, y no queriendo que ellos concluyesen aquel momento que a saber cuándo podría volver a acontecer, negó y les dijo que estaba bien.
Así que siguieron así un poquito más. No recuerda cuándo ni cómo terminó. Y vagamente que aquel día había un concierto de Lurte en alguna parte, que su padre los llevó en coche mientras ella se quejaba de las rancheras que ponía, pero que al final tuvieron que volver a casa por no encontrar nada, seguramente lo habían cancelado por la lluvia.
Días más tarde, cuando el joven estaba ya en su ciudad, ella fue al concierto de Lurte, que hacían en compensación de que el otro se hubiese suspendido, con otra amiga distinta, pues las demás, entre ellas la del joven, no habían podido ir por uno u otro motivo...
¿Por qué habrá acudido este recuerdo a su memoria, cuándo ni tan siquiera recuerda qué rondaba por su cabeza sentada en el respaldo de aquel banco bajo la lluvia, con el viento acariciando su rostro como tantas otras veces?

domingo, 29 de enero de 2012

De pensamientos y películas...

Últimamente he estado pensando...
El pasado, en cierto modo, sí cambia, varía. O, mejor dicho, lo que cambia es nuestra forma de verlo, ¿no?
No sé muy bien por qué me ha dado por cavilar sobre el tema, pero la cuestión es que he estado rememorando y pensando en cómo veía algunos momentos pasados hace no tanto, y cómo ha ido cambiando mi opinión, mi forma de verlos, hasta el día de hoy. Imagino que es algo que le pasa a todo el mundo, y seguramente solo estoy resaltando una obviedad, pero era por cambiar un poco de tema y hablar de otra cosa que no fuesen mis últimas lecturas o adquisiciones... Ya que, por mucho que digo que voy a retomar mis escrituras, parece que de mi cabeza no pasan por el momento...
En fin. ¿Qué más cotar? Oh, que desde el sábado comparto dormitorio con una chica alemana que pasará los próximos cuatro meses viviendo con nosotros. Y esta mañana he ido con mi amiga Jade a ver la última película de Underworld: el despertar, y que, aunque en principio iba con un poco de miedo, por eso de que cuando las historias se alargan con demasiadas pelis se terminan fastidiando, y porque la anterior, la de la historia de Lucian, no me gustó especialmente, pero al final me ha encantado esta cuarta película, y espero la quinta con ansia, eso sí, que sea la última, porque más sería, en mi opinión, excederse, y dudo que la historia pudiese salvarse.

Por cierto, aunque yo hasta ahora solo la he visto anunciada en 3D, lo cierto es que en el cine la he visto en normal... por si ha alguien le interesa saberlo.