Translate

domingo, 19 de septiembre de 2010

No fueron los duendes...

Abro los ojos, una nueva mañana. El sol acechando tras la persiana bajada.
No me apetece levantarme, siento que bajo las sábanas se está demasiado bien, no estoy segura de que merezca la pena dejar la seguridad de mis sueños...
Pero ya es tarde para pensarlo, el sueño me ha abandonado. Así que, una mañana más, me toca levantarme.
Aun sentada en la cama, con los rescoldos del sueño aun pesando sobre mi espalda, levanto la vista del suelo, y miro hacia la ventana.
Y ahí lo veo, un duendecillo ha subido la persiana y desde la ventana de mi habitación me contempla inmóvil. No puedo evitar mirarlo con desconfianza. Hace un tiempo que pactamos un acuerdo, hace un tiempo que no cometen trastadas por mi cuarto. Pero la costumbre, el recuerdo de sus travesuras, hace que me ponga alerta.
El duende me sonríe travieso, parece que le divierte mi estanpa. Supongo que, recién levantada, debo resultar divertida. Miro con atención sus manos, intento detectar algún bulto en sus bolsillos, intentando averiguar que pretende llevarse esta vez.
¿Algún trabajo de clase? Acaba de comenzar el curso, no hay gran cosa que quitarme...
¿Un calcetín? Hace tiempo que me acostumbré a llevarlos desparejados...
¿Dinero? No, la hucha permanece intacta...
Y entonces caigo en la cuenta, ya sé que me falta.
Pero no soy lo suficientemente rápida, y antes de poder reaccionar veo al duende escabullirse cual sigilosa sombra.
Maldigo para mis adentros. Esta vez era importante lo que se ha llevado...
Pero lentamente los rescoldos de sueño se apagan, despejandóse mi mente y dejando paso a los recuerdos. No, el duende no se lo ha llevado, caigo en la cuenta. Y acto seguido comprendo su sonrisa divertida. Pobre, lo culpé sin haber sido él. Pero es que es la costumbre... Y claro que se reía de mí.
Mira que dejármelo olvidado. He olvidado mi corazón en el último sitio que lo dejé. Creo que debería pedirle que me lo devuelva. ¿O tal vez debería ir yo a recogerlo?
Bah, da igual, mi corazón ya conoce el camino, regresará cuando quiera.

P.D.: He renovado la cajita de música, ahora la melodía del blog es de Proyecto Oniric ( http://www.myspace.com/proyectooniric )

5 comentarios:

Cascabel dijo...

Me gusta.
Espero que lo recuperes pronto. Tengo la ligera sospecha de que es bastante grande, así que no seas tan descuidada que tiene que ser difícil perderlo...
Y siguiendo ya lo que parece ser una tradición, te recomiendo una lectura que me ha recordado tu pequeño relato... "Corazón de arlequín" Una novela gráfica de Neil Gaiman (decir cómic me recuerda a otras cosas)

Cat dijo...

Puf, la cuestión es que la persona a la que se lo dí ya no lo quiere, así que a ver si regresa pronto a conmigo y deja de hacer el tonto por ahí. Despues de todo, tal vez algún día encuentre otra persona a quien entregárselo... espero v.v
Oh, gracias por la recomendación, le echaré un vistazo ^.^

Cat dijo...

"pronto a conmigo"
¿Qué hace esa "a" ahí? o.o
Se ha colado...

Cascabel dijo...

Imagino que ibas a poner un "a casa" y se te han liado las expresiones... suele pasar, es lo malo de que la mente vaya más rápido que las manos...
Y no te preocupes, seguro que encuentras a ese alguien. Aún eres joven, tienes un montón de tiempo por delante simplemente no hay que tener miedo a arriesgar, de todo se aprende.

Cascabel dijo...

Pero estás bien, ¿no?
Si necesitas hablar o algo cuenta conmigo.